jueves

Entrevista con el Doctor Abraham Maslow. Segunda Parte.

Segunda Parte de la entrevista ralizada por W.J.Frick, el 23 de noviembre de 1968, en la Universidad de Brandeis.


Frick: Como sabe, Viktor Frankl lo ha criticado, doctor Maslow, en su artículo "Beyond Self-Actualization and Self-Expression". Creo que usted refutó o contestó a ese artículo, pero no lo leí. Frankl dice que usted ha. . . o que los psicólogos de la autorrealización han descuidado "esa esfera de la existencia humana en la que el hombre elige lo que hará, y qué será en un mundo objetivo de significados y valores". Ahora bien, a la luz de lo que ya hemos hablado ¿diría usted que Frankl en realidad no comprendió su posición en tal sentido? Porque creo que usted no niega la importancia de la elección. 

Maslow: Nos reunimos para ese asunto como dos colaboradores y aclaramos las cosas y nos pusimos de acuerdo, y él se sintió muy satisfecho. Mi artículo no era exactamente una refutación, sino una especie de explicación y aclaración. Y, sin duda, estuvimos de acuerdo en eso. Creo que debe estar satisfecho con el trabajo con el que en realidad completé un proyecto de 25 años. Terminé el trabajo y luego tuve un ataque cardíaco, y es como si fuera. . . ya me sentía debilitado por ese arduo trabajo y ésa fue mi tarea, ése fue el fin. Tuve entonces la sensación de algo completo con esta teoría de la metamotivación. ¿Le envié un ejemplar? 

Frick: Sí, y también se publicó hace poco en el Journal of Humanistic Psychology, según creo, hace poco. 

Maslow: Así es. Bueno, creo que este trabajo está mucho más elaborado y detallado de acuerdo con la posición de Frankl y en cuanto a lo que es el sentido de la vida, y cuáles son las metas finales y qué buscamos, qué buscamos todos, de modo que pienso que no hay en realidad una discrepancia entre nosotros. Estuvo en mi casa hace varios meses cuando visitó esta ciudad, y charlamos. Yo estoy de acuerdo con él, dicho sea de paso, para hacerlo explícito, en el sentido de que hay algo más allá de la autorrealización, más allá de la plena identidad y de la persona real, y creo que iría mucho más lejos que Frankl y hablaría de "cosmogónico", como ha dicho alguien. 

Frick: No estoy seguro de que Frankl pensaría, como usted, que los valores son instintoides, ¿no es así? 

Maslow: No hablamos sobre eso. 

Frick: Sí, creo que en ese sentido usted tiene una posición distinta. 

Maslow: Bueno, ése podría ser un problema de palabras, y creo que en esos casos lo he hecho muy a menudo en lugar de discutir con la gente, uno se reúne junto al fuego con un par de Martinis y todo se arregla. 

Frick: En realidad, dicen las mismas cosas. 

Maslow. Y entonces encontramos el lenguaje común que ambos podemos utilizar. 

Frick: El terreno común, así es. 

Frick: Doctor Maslow, usted ha caracterizado a las personas autorrealizadoras como modelos, como los individuos que eligen bien y cuya vida refleja estos valores instintoides superiores. En otras palabras, usted parece pensar que las personas que ha estudiado y ha descubierto como autorrealizadoras proporcionan realmente una respuesta para esta pregunta: "¿Cuál es la vida buena?" También ha sugerido que las elecciones libres y los valores de los individuos que se autorrealizan señalan qué es lo bueno para la mayoría de los otros seres humanos. Ahora bien, si esto es cierto, si comprobamos en nuestra investigación que lo que usted dice es decididamente cierto, ¿cuáles serían las consecuencias particulares de ese hallazgo? ¿Qué significa? Debo confesar que me asusta un poco. 

Maslow: En primer lugar, diría que sin duda no se trata de una afirmación fáctica, sino de una extrapolación o una hipótesis. Simplemente, siento que es probable que sea así, pero no estoy seguro, y me gustaría que se pudiera lograr que los institutos de investigación trabajaran con esos interrogantes. ¿Qué significa la autorrealización en un débil mental? O bien, ¿qué significa la autorrealización, y es acaso posible, para alguien atrapado en una situación en la que debe sacrificar sus propios potenciales individuales? Usted sabe a qué me refiero, el hombre con cuatro hijos, un empleo espantoso y una hipoteca. Quizá él sepa qué quiere hacer, pero no puede hacerlo, por los demás. Desde luego, una manera de poner a prueba la hipótesis consiste en ver cómo funciona. Supongamos que lo que sugiero es cierto, ¿qué sucede entonces? Muchas personas se dedican a estos problemas, y yo lo hago en un nivel teórico, pero, por ejemplo, buena parte de la agitación que caracteriza hoy a la educación —la nueva educación afectiva, por ejemplo— está basada en este supuesto y representada por el enfoque de Esalen, o la experiencia de Summerhill, que en realidad está basada en una suerte de confianza o fe que no es todavía un hecho. Quiero decir que no está probado. Supongamos que esto es cierto, y luego actuemos partiendo de este supuesto para ver qué sucede. Ahora bien, trabajar sobre la base de este supuesto resulta bastante eficaz en el campo de la educación, pero no el de la educación del Sistema (establishment), que parte de un supuesto distinto, y creo que por eso es en parte un fracaso, y el supuesto es que, si se deja a los individuos librados a sus propios recursos, ellos "crecerán"; si se deja que todo dependa de la elección individual, en términos estadísticos, a la larga, las personas elegirán bien y no mal; si se concede libertad, ésta será bien utilizada si las personas son razonablemente honestas y no demasiado psicopatológicas. Están utilizando ese supuesto en muchos casos, todo el manejo de la educación que parte de la Teoría Y está basado en el supuesto de que los seres humanos buscan realizar una naturaleza superior. Ahora nos estamos enterando de cuándo funciona y cuándo no, y en qué circunstancias y cuáles son los requisitos necesarios y cómo hacerlo, y la estrategia y la práctica correspondientes, y cuándo fracasa y se obtienen muchos detalles, y esto está sucediendo ahora en la educación, y también en la investigación sobre gestión de empresas y organización. En estos dos vastos campos se está trabajando intensamente a partir de este supuesto, y los resultados son bastante buenos. 

Frick: Estaba pensando que, si usted realmente determinara cuáles son esos valores instintoides en el ser humano y quisiera ponerlo en práctica en términos de un proceso educacional, ¿acaso no lo llevaría a algo muy parecido a la ingeniería de la conducta, o algo muy similar a lo que sugiere Skinner? Eso es lo que me preguntaba, el problema de poner esos valores en práctica. 

Masloiv: Sí, creo que estoy de acuerdo con usted y que se puede tener esa impresión superficial, pero, en lo profundo no es así, porque ésa es la diferencia entre el control. . . 

Frick: ... y permitir que suceda. . . 

Maslow: Así es, es la diferencia entre un Frazier controlador como en Walden Dos donde un rey filósofo benévolo puede, de hecho, moldear la conducta. No me cabe duda al respecto y sé que toda vez que hemos contado en la historia humana con un rey-filósofo, todo ha salido bien. El único problema es que, en Walden Dos, hay dos psicologías. Está la psicología del pueblo y la psicología de Frazier. ¿Quién elige a Frazier? ¿Cómo llega a suceder? ¿Cómo es que no tenemos ahí un Hitler en vez de un Frazier? Si se usan técnicas controladoras, técnicas para controlar, moldear, entonces se plantea el problema de quién es el que controla, el que moldea o el que esculpe. Y la otra filosofía tiene sus raíces muy distintas, porque es más taoísta y receptiva y confiada. No es necesario moldear la naturaleza humana. Esta se moldea en mayor medida, aún no sé cuanto, pero sin duda en mayor medida que lo que ha advertido cualquier otra gran cultura. Esa es una de las razones por las que tengo tanta fe en el futuro de los Estados Unidos y también del mundo. Creo que somos la primera cultura en la historia —-la primera gran cultura— que se ha construido con bastante firmeza a partir de la noción de una naturaleza superior del hombre, y que, si le proporcionamos la libertad de elegir, elegirá con sabiduría. La norma de un voto por cada hombre es la realización de esa fe; o la persona libre, o nuestra caballerosidad deportiva en el campo de la política. Cuando un partido pierde una elección, pasa a apoyar al hombre al que poco antes combatía. Esto es muy distinto de hacer que una enorme cigüeña gobierne a las ranas y confiar en que la cigüeña será benévola. Ahora bien, la historia humana nos enseña que la mayoría de las personas no son benévolas cuando llegan al poder. Los que luchan por el poder, no suelen ser benévolos, y la mejor clase de líder si es indispensable tener un líder, es el que asume ese papel de mala gana. Es cierto que, si tuviera una escuela ideal, utilizaría en gran medida las máquinas de enseñar. Creo que son muy útiles, pero pienso en ellas con un criterio taoísta. Es decir, si se cuenta con ellas, son como un smorgasbord para que lo use cualquiera cuando quiera, y siga su propio ritmo y lo haga de una manera idiosincrásica —eso es algo puramente individual— y no un miembro de un curso de treinta y cinco alumnos sentados en fila. Ahora bien, si a mí me gustan las máquinas de enseñar y también le gustan a Fred Skinner, no es más que una comparación superficial, porque la filosofía subyacente es muy, muy distinta. 

Frick: Sí, muy distinta. 

Frick: Doctor Maslow, usted ha señalado que la mayoría de las personas no conocen, o no aprecian su tendencia a volverse más plenamente humanas. Usted lo ha dicho: "Todo lo que sabe es que está dominado por ciertas necesidades del momento. No sabe de antemano que, luego que haya llegado esta gratificación, buscará otra necesidad superior. Para él, el valor absoluto es la necesidad en la jerarquía por la que está dominado durante un período particular". Creo que esto aparece en su reciente libro, Toward a Psychology of Being. Ahora bien, mi pregunta es ésta: ¿Se puede enseñar a los seres humanos a desarrollar una actitud hacia sí mismos que incorpore un concepto de crecimiento y el concepto del proceso hacia la autorrealización? Creo que esto es esencial y me pregunto si usted cree que se trata de algo que es posible enseñarle a sentir a la gente con respecto a sí misma, aunque deba luchar con una necesidad de carencia. 

Maslow: Bueno, eso está sucediendo ahora, y si yo volviera a escribir el material que usted acaba de citar, lo diría de un modo muy distinto, porque lo que ha sucedido en el último par de años ha sido algo así como un gigantesco experimento. Mi libro, Toward a Psichology of Being, por ejemplo, ha sido muy vendido y leído y, sobre todo, según creo, entre los jóvenes. Se han vendido ya unos 150.000 ejemplares, y aparentemente se lo usa para ayudar a lograr esa clase de comprensión profunda en los grupos hippies y entre muchos, muchos jóvenes de los más educados. . . universitarios, por ejemplo, se fijan estas metas de una manera muy consciente. Las metas de la autenticidad, de lo que podríamos llamar idealismo. Ya sabe, las metas idealistas de estos valores B, estas metas finales de verdad y honestidad y justicia y excelencia pura y el abandono de la hipocresía y la falsedad. Los jóvenes lo están haciendo. Lo hacen de una manera estúpida, ineficaz e incapaz, y lo quieren ahora. 

Frick: Sí, por lo menos la semana que viene. 

Maslow: Y no se dan cuenta de que es un proyecto para toda una vida y de lo que uno lucha y trabaja por lograrlo, y que no se logra en una única y enorme experiencia pico. En términos psicoanalíticos, ponen demasiado el acento en el insight y muy poco en la elaboración. La elaboración lleva toda una vida, y si uno quiere llegar a ser un buen pianista, o un buen cualquier otra cosa, no hay otra salida que trabajar. 

Frick: Acá interviene la autodisciplina, y creo que no quieren aceptarla como una parte del proceso. 

Maslow: Así es, y vi un distintivo que lo resumía a la perfección: alguien en la Costa Oeste los fabricaba y decían: "Nirvana, ¡ahora!". Desde luego, también podemos aprender algo de esto. Si estos jóvenes a que me refiero están buscando de manera muy consciente la autorrealización y los valores finales y las me-tamotivaciones, etc., sus metas son maravillosas, pero la estrategia y la táctica son muy ineficaces. 

Frick: ¿No tiene usted la impresión. . . realmente se refiere a los universitarios que pueden estar luchando en algún nivel de deficiencia? ¿Piensa usted que, en realidad, pueden desarrollar ese interés por su propio crecimiento aun cuando tengan que luchar en ese nivel de deficiencia? 

Maslow: ... Si lo expresaran como usted acaba de hacerlo. En mis seminarios, he tratado de desempeñar el papel de consultor y no el de profesor y lo que sucedió en los dos seminarios fue que, cuando abandoné las riendas y renuncié al poder, esos estudiantes, de manera espontánea, crearon una especie de situación de grupo T. Es decir, lo que buscaban era pertenencia recíproca, comunicación, afecto, amor y trabajo en colaboración, lo cual corresponde en realidad a un nivel muy bajo del desarrollo personal. Ese seminario fue una especie de maratón que ellos mismos hicieron. Yo no estaba allí. Ellos se hacían cargo de todo y salieron con los ojos brillantes, como suele ocurrir cuando la gente hace este tipo de cosas, pero se trata de un redescubrimiento de. . . es un abandono de las defensas, y un redescubrimiento, cuando funciona bien, de comunión, de pertenencia, de amor recíproco que nunca han experimentado, y entonces toman el contenido y lo mandan al demonio. Olvidan todo acerca del tema y se regocijan al sentir la comunión mutua. Eso puede ponerlo a uno muy triste." Mi Dios, todos ellos deberían haber vivido eso hace cuatro o cinco o seis años. Desde luego, se trata de una necesidad mucho más fuerte, comunicarse con otras personas y sentirse hermanados. . . 

Frick: ... y las necesidades cognitivas de alguna manera. . . 

Maslow: Bueno, ésas son mucho menos importantes. 

Frick: Doctor Maslow, en su artículo sobre la metamotivación publicado hace poco, usted afirmó: "La metamotivación no parece sobrevenir en forma automática luego de la gratificación de las necesidades básicas". Creo que esto representa un cambio importante en su posición teórica. ¿Es así? 

Maslow: Sí, es una sorpresa. Siempre supuse, como lo hizo Freud —quizá lo aprendí de Freud— que, si se descartaba lo inservible, y las neurosis y los desechos, etc., entonces la persona florecería y encontraría su propio camino. A veces me toca comprobar, en especial con los jóvenes, que no es así a veces. Uno encuentra gente que está en la. . . hermosa. . . situación gratificadora de necesidades y, sin embargo, tiene una suerte de patología de los valores. Es decir, es posible sentirse amado y respetado y, a pesar de eso, tener una actitud cínica y nihilista, y sentir que nada vale la pena, lo cual es una tontería, desde luego. Esto se puede observar más en los jóvenes que en los mayores. Es algo así como perder el coraje, y creo que nos encontramos en el momento en que la cultura tradicional se ha hecho añicos y mucha gente simplemente siente: "¡Mi Dios, no queda nada!". 

Frick: ". . . lo único que queda es gratificarse en cierto sentido, y eso lleva al concepto de Schachtel de "enclavamiento", ¿no lo cree? 

Maslow: Hay una tendencia a regresar. . . 

Frick: Bueno, usted dice que la seguridad predomina. ¿Acaso no interviene también aquí? 

Maslow. Sí, pero me refiero a personas que, por lo que puedo entender, han sido bien criadas, en el sentido en que yo utilizo ese término, y viven en una muy buena situación. Estas son las gratificaciones de las necesidades básicas en lo que se refiere a seguridad, y también al amor y la pertenencia. Tienen suficiente gloria y aplauso y apreciación y también autorrespeto y, sin embargo, contemplan el mundo y la sociedad y dicen: "¡Dios mío, qué desastre!", y luego algunos de ellos se sienten totalmente desesperanzados. 

Frick: En otras palabras, incluso con todas estas gratificaciones básicas, ¿usted quiere decir que no pasan a ninguna etapa de autorrealización? 

Maslow: Algunos sí y otros no. Eso es muy claro. Algunos no lo hacen. Simplemente se deprimen en ese momento, y muchas otras cosas que he descrito como metapatología, incluyendo toda clase de trastornos de los valores: no sólo cinismo y nihilismo y un tipo destructivo de anarquismo en lugar del tipo constructivo, sino también anomia y desesperanza y pesimismo que llevan a la apatía, y también perfeccionismo como el que hemos visto en la última elección, es decir, "0 las cosas son perfectas o no tendré nada que ver con eso", que, desde luego, no encaja en el mundo real. Esto puede ocurrir. Puede ocurrir a una considerable proporción de los jóvenes que desertan de la sociedad y que, en muchos casos, avanzan hacia la muerte. 

Frick: Y, en términos de su jerarquía de necesidades, estos jóvenes están bastante bien gratificados, ¿no es así? 

Maslow: Así es, así es, y eso fue una sorpresa. Esto lo hemos aprendido real y plenamente en los últimos tres o cuatro años. 

Frick: ¿Qué significa eso desde el punto de vista teórico, doctor Maslow? ¿Cuáles son aquí las consecuencias para la teoría 
? 
Maslow: En mi caso, me hace sentir más misionero que nunca. Dios sabe que eso está mal, porque hay valores. Y entonces comienzo a pensar en la publicidad y la manera de difundirlo usted sabe, la comunicación y la imprenta, y la redacción y la distribución, revistas de circulación masiva y otras cosas por el estilo. 

Frick: ¿Cuáles son las variables aquí? Digamos que tomamos dos personas, una de las cuales está básicamente gratificada en sus necesidades y se siente segura, cómoda y funcionando dentro de ese marco. La otra persona también está gratificada y, sin embargo, una de ellas avanza hacia algo mejor, más autorrealizador, y la otra permanece estancada en un sentido de "enclavamiento". ¿Qué determina esa diferencia? 

Maslow: Estoy trabajando en eso. Me encuentro ahora en la etapa de tratar de elaborar el vocabulario y cristalizarlo en mis propios pensamientos. En líneas generales, es pro-vida y promuerte. Hay muchos otros términos que se superponen: el ganador y el perdedor, el que se esfuerza y el que no lo hace, el triunfador y el fracasado, el luchador débil o el activo y el pasivo. A eso me dedico en este momento, a averiguar por qué algunas personas consideran que el mundo es hermoso y valioso y otras, si no obtienen todo lo que desean, están dispuestas a morir o a decir "¡Al demonio con todo esto!". He inventado toda clase de palabras, ninguna de las cuales me parece todavía bastante buena, pero, por el momento uso pro-vida o "vida-positivo" en el sentido de Wilhelm Reich.

Frick: . . . pero esta orientación positiva con respecto a la vida no necesariamente sobreviene en forma automática, como una función de la gratificación de las necesidades básicas, ¿no es así? Ahora bien, ¿de qué modo se produce? ¿Dónde interviene? 

Maslow: Aquí también creo que, en gran parte, se trata de algo constitucional, o que puede ser constitucional. Por ejemplo, he observado a mi nieta, que tiene dos meses (a las cuatro de la mañana). Es tan. . . ya se podía observar a las veinticuatro horas. Era un bebé activo en el sentido psicoanalítico. Era obstinada. Quería lo que quería. No se trata tan sólo de que sea un bebé inquieto, pues ella grita hasta que le dan lo que quiere. 

Frick: Allí hay un sentido de propósito, muy precoz. 

Maslow. Sí. Necesita lo que necesita y cuando lo necesita. Quiere lo que quiere y cuando lo quiere, y es algo bien definido, ella sabe lo que quiere. Esa es otra teoría: toda esa teoría de voces del impulso —es decir, de la señal— las señales internas. Ella sabe cuándo tiene hambre, y un niño pasivo o el bebé tranquilo llegan al mundo sin apetitos intensos, de modo que se quedan dormidos mientras maman, y éste es un test para los niños pasivos: si se les separa del pecho mientras están aún mamando, suelen quedarse dormidos, mientras que el bebé activo lanza alaridos de indignación. En el extremo, es como si —y ahora considero un extremo obsesivo— no supiera en realidad qué sucede en su interior y se guía por indicios externos; el reloj, el calendario y el horario. En las investigaciones sobre personas obesas, hemos descubierto que no saben cuándo dejar de comer. Tampoco saben cuándo empezar a comer, y se guían por el reloj. 

Frick: Algo así como "Ya es hora de comer". 

Maslow: Así es, y si uno atrasa el reloj, entonces comen algo más. La sabiduría del cuerpo es menor, y creo que quizás lo que llamamos personas que tienen una actitud positiva frente a la vida son individuos con intensos apetitos. Bueno, mi expresión es voces de los impulsos. No es muy precisa, pero, para que la estructura teórica sea inclusiva, es necesario algo así para salvar las brechas existentes en la teoría y responder a la pregunta que usted planteó, que es muy importante y básica. Yo no tuve conciencia de esa pregunta hasta hace un par de años. 

Frick: Doctor Maslow, creo que esto requiere algo así como re-elaborar toda su teoría de la jerarquía de necesidades. Aquí las implicaciones son bastante importantes, y me inclino a pensar que esto es menos instintoide, es decir, el hecho de salvar el obstáculo luego de la gratificación de las necesidades básicas quisiera creer que es menos instintoide de lo que usted parece pensar. 

Maslow: Bueno, en forma tentativa, estoy pensando, y, en realidad, su conjetura vale tanto como la mía. . . si pudiera vivir muchos años más, y trabajar, trataría de poner a prueba esa hipótesis «le las voces de los impulsos, refiriéndome a la fuerza de la necesidad, es decir, salvar toda la jerarquía de necesidades. Quizá haya otra variable, que es la fuerza de lodo el asunto o la debilidad de todo el asunto. 

Frick: Completamente de acuerdo. Sí, eso salvaría la brecha, ¿no es así? 

Maslow: Así es. La persona débil, hambrienta, la persona con una sexualidad débil, el que no puede dormir o el que sabe con menos claridad lo que desea porque la voz es muy débil. 

Frick: Se han hecho ciertos estudios comparando el placer y la actividad sexuales con el placer en la ingestión de alimentos, y parecería que estos apetitos van juntos. 

Maslow: No he leído ninguno de esos estudios, pero me inclino a estar de acuerdo. 

Frick: Doctor Maslow, esto parece sugerir que esta etapa en la propia vida es de enorme importancia, esto es, luego que se han satisfecho las necesidades básicas. Parecería ser un período decisivo para la gente, en el matrimonio y personalmente. ¿No piensa usted lo mismo? 

Maslow: Acabo de escribir un trabajo sobre eso. Se publicará el año que viene y lleva como título "Theory Z". ¿Se lo envié? 

Frick: No, y me gustaría tenerlo. 

Maslow: Entonces le daré un ejemplar. 

Frick: Este puede ser el período más decisivo por el que pasa el hombre, si pudiéramos establecer cuándo comienza. Creo que es distinto para las diversas personas, pero. . . 

Maslow: Podemos hablar sobre personas autorrealizadoras en distintos niveles mucho más de lo que pensaba hace diez años. Para empezar, conocí personas que tenían todo. Digo todo en mis términos, en términos psicológicos y no de automóviles y que, sin embargo, podían ser muy desdichadas, no saber qué rumbo tomar y vacilar y tropezar y hacer cualquier cantidad de cosas tontas. Luego tuve que hacer otra diferenciación, la de las personas que estaban básicamente gratificadas en sus necesidades, libres de neurosis y usaban bien algunas capacidades, a pesar de lo cual eran "meramente sanas", como yo lo expreso, en comparación con los que trascienden. Creo que la diferencia radica en que algunos tienen experiencia pico y otros no. Esa fue mi primera descripción de las personas autorrealizadoras que trascienden, personas en las que la gratificación de las necesidades básicas lleva automáticamente al sistema de valores que también implica el camino del bodhisattva. Esto es, la ayuda a la humanidad, o al prójimo. 

Frick: El tipo homónimo de desarrollo. 

Maslow: Así es, y convertirnos simplemente en mejores seres humanos para los demás, así como para nosotros mismos y, por último, trascender el yo. . . 

Frick: . . .en una experiencia pico? 

Maslow: Así es, y luego permanecer así, es decir, convertirse en un tipo distinto de ser humano en el sentido oriental, o el "despierto", o el iluminado, o lo que podríamos llamar el "sabio", o lo que yo prefiero llamar el sabio-santo. Quien realmente me permitió descubrir este distingo fue Eleanor Roosevelt, que no tuvo ninguna experiencia pico. Decía que no sabía qué significaba y, sin embargo, era obvio que se estaba autorrealizando según todos los criterios que yo había sugerido; estaba básicamente gratificada en cuanto a sus necesidades, utilizaba bien sus capacidades, se usaba bien a sí misma, sin duda, no era una persona neurótica y había trascendido las dificultades de su infancia. 

Frick: ... y, sin embargo, algo faltaba. 

Maslow: Algo faltaba y eso me desconcertó. Tuve entonces que decir, bueno, tomemos un hombre como Truman, que, sin duda, no es una persona excelsa, ni un santo, en realidad no se lo podría llamar así —o siquiera un hombre sabio— o, como Eisenhower. Yo no puedo sentir gran respeto por él, pero se adecua a nuestros criterios, por lo menos a estos criterios mínimos, y entonces hablo sobre los "meramente sanos". Al principio lo llamé el síndrome "Truman, Eisenhower, Roosevelt", y los separé de personas como Martin Buber y Aldous Huxley, con quien trabajé antes de su muerte, y personas de ese tipo. Había dos clases de personas. En el caso de Truman y Eisenhower, se puede hablar de valores, y suele haber una aceptación de la cultura. Les gusta la cultura y la encuentran buena, y trabajan dentro de ella y mejoran dentro de ella. Sin duda, sus metas son benévolas, están llenos de buenos deseos y carecen de malicia. Sin duda, Eisenhower no abriga ninguna malicia. Es un hombre agradable y un hombre bueno, pero falta algo. Y entonces hablo de los "meramente sanos". Creo que este último trabajo es muy importante para mí, porque tenía que resolver esos problemas. Usted me plantea preguntas que yo mismo tengo que proponer y que me hicieron sentir muy perturbado y confuso. 

Frick: Doctor Maslow, hace poco se ha publicado buen material con respecto a la teoría de la crisis. Eso es algo que me interesa en particular en este momento, y me pregunto qué piensa usted al respecto, y, a la luz de nuestra conversación, si ésta puede ser una respuesta posible para explicar qué puede ayudar a los individuos a pasar del nivel de la gratificación de necesidades básicas o del nivel "meramente sano" a la verdadera auto-rrealización. Me refiero al libro de Dabrowski, Positive Disin-tegration, y también al centro para los llamados psicóticos de Roland Laing, y también a los comentarios de Menninger sobre este problema en su libro The Vital Balance. En un pasaje interesante, que llama "mejor que bien", Menninger habla sobre el tremendo potencial de la crisis y la desintegración para la personalidad, en términos del crecimiento de ésta. Ahora bien, quizá ésta sea una respuesta posible para mucha gente. En otras palabras, los hombres que he mencionado consideran que la crisis y la desintegración de la personalidad son un requisito para el crecimiento en distintos períodos de la vida. ¿Qué piensa usted al respecto? 

Maslow: Bueno, parece bastante acertado. No puedo asegurar que no sea siempre cierto. Hay personas muy afortunadas, no sé cuál es su número dentro de la población, pero hay algunas personas que, de manera plácida y serena, llevan una buena vida sin una gran crisis, esto es, sin desintegración. 

Frick: ¿Pero son "meramente sanos"? 

Maslow: No, pueden avanzar hasta los niveles más altos que conocemos. 

Frick: ¿Y lo hacen gradualmente? 

Maslow: ... y lo hacen gradualmente. Creo que su número es probablemente menor que el de los que tienen que pasar por una tremenda conmoción para alcanzar. . . 

Frick: . . . niveles más altos de integración. 

Maslow: Sí, pero en cuanto a la teoría de Dabrowski, tengo un colaborador con el cual comparto algunas tareas, un psicoanalista, y juntos hemos publicado un trabajo y probablemente haremos otro. Es un buen amigo, y me gusta hablar con él. Me proporciona experiencia clínica vicaria que yo no puedo tener por ahora por falta de tiempo, y hemos charlado durante unos diez años. Hace una década, tuvo un paciente que era casi un modelo para la teoría de la crisis, quizás mejor que algunos de los casos de Dabrowski. Era su paciente, y lo era porque era un hijo de puta, para decirlo en pocas palabras. Se trataba de un hombre muy desagradable. Tenía mucho dinero y utilizaba a las personas, en particular a las mujeres, y se mostraba sádico y cruel. En psicoanálisis, el proceso se desarrolló quizás demasiado rápido, supongo, y se dio cuenta de que era un hijo de puta. Creo que fue más de lo que podía soportar y se volvió loco. Desarrolló una psicosis, una psicosis esquizofrénica, y estuvo internado unos ocho meses. Pero, de alguna manera, quizás porque estuvo todo el tiempo en psicoanálisis, conservó toda la autoconciencia que un esquizofrénico puede tener y, cuando salió de este episodio, era un hombre extraordinario. Se convirtió en un hombre excelente que se dedicó a hacer buenas obras. 

Frick: Un cambio completo del sistema de valores. 

Maslow: Totalmente, y ha permanecido así desde entonces, hace unos diez años. Nunca tendrá otro episodio psicótico. No cabe duda sobre ello. 

Frick', El una historia muy interesante. 

Maslow: Lo hemos observado, lo hemos seguido estudiando durante todos estos años, y ahora uno diría: '"Es un hombre excelente". 

Frick: ¿Se lo ha mencionado en la bibliografía? 


Maslow: Creo que lo hice en alguna parte, pero habíamos pensado en reunir más casos, pero nunca se presentaron de una manera tan clara. También pienso que, si algún otro lo está haciendo, bueno, ya se están ocupando del problema. El doctor Hobart Mowrer viene reuniendo casos de este tipo durante unos diez años y también sobre la experiencia de conversión que tiene lugar. Silverman, Grof, Laing y Dabrowski utilizan la desintegración —estos súbitos episodios— y la utilizan muy bien para la toma de conciencia para la elaboración. Así como uno diría acerca del LSD que puede ser algo muy dañino y que, si se lo usa bien, puede ayudar, y se puede construir a partir de esa base, eso es lo que hace Dabrowski. Sólo que no siempre sucede. Al examinar la historia de un grupo de personas autorrealizadoras, descubrí que dos de ellas eran muy neuróticas, y característicamente de alrededor de cuarenta años. Luego se produjo una gran conciencia cósmica, una especie de momento de conversión. En una de esas personas se trató de un único momento, en el que vio todo el mundo de manera distinta. No sé si llamarla experiencia pico o no. Lo llamo conciencia cósmica, siguiendo a Bucke. En la otra persona duró una semana. Fue una semana de conmoción y de cambio pero, en esencia, una suerte de conciencia cósmica. Y las neurosis desaparecieron en forma espontánea, para siempre, y se convirtieron entonces en lo que yo vi, en personas maravillosas y santas. De modo que puede suceder, no cabe duda sobre eso. 

Frick: Sí, y usted sugiere aquí que la experiencia de crisis es muy valiosa para una persona que ha llevado una vida neurótica o perturbada hasta ese momento, ¿no es así? 

Maslow: Bueno, diría. . . supongo que si la vida fue demasiado neurótica, habría un episodio muy severo. 

Frick: . . . tendría que haberlo, para cambiar. 

Maslow: Así es, y creo que en cualquier época de la historia simplemente se habrían vuelto locos y hubieran permanecido tales. Ahora tenemos nuevos conocimientos y nuevas técnicas. 

Frick: Ahora tenemos una manera distinta de considerar la experiencia, ¿no es así? 

Maslow: Así es, así es. 

Frick: Laing, por ejemplo, lo ve como un viaje hacia dentro de la persona, un viaje de autodescubrimiento, y creo que es una manera bastante singular de considerar las psicosis. 

Maslow: El hombre que me enseñó a mí que. . . tanto como cualquier otro, fue. . . este caso. . . este caso del amigo al que ya me referí. También me resultó muy útil el enfoque de John Rosen sobre la esquizofrenia. Creo que me emocionó y me instruyó más el libro de Hannah Green, Y Never Promised You a\ Rose Garden, que cualquier otro libro sobre esquizofrenia; es un libro maravilloso y lo he usado para mis cursos. 

Frick: Es algo muy hermoso. 

Maslow: No me interesa demasiado la teoría de la crisis, porque otras personas se están ocupando de ella con mucha eficacia, y agregaría aquí lo que hace Erik Erikson, la crisis normal o más leve. 

Frick: Trabajo mucho como asesor psicológico en el Albion College y experimenté el valor de la crisis aun antes de conocer la teoría correspondiente. Tuve numerosas experiencias con estudiantes en terapia que corroboraban la teoría. Hubo un caso dramático a comienzos de año, muy dramático, y era el mismo tipo de cosa. 

Maslow: Si uno mantiene los ojos abiertos, encontrará entre las mejores personas que conoce. . . pienso ahora en una joven que, sin duda, es una de las mejores en el sentido psicológico. Era una joven maravillosa a quien conocí hace unos ocho años, cuando ingresó en la universidad. Sus momentos críticos o sus crisis eran leves. No eran grandes explosiones. Tenía un padre maravilloso, a quien conocí y con quien conversé, y ella llevaba una buena existencia. Es una joven fuerte y pudo. . . cada crisis por la que pasó fue tan fructífera para ella que se podría decir que resultó leve. El modelo de Laing es, en realidad, demasiado extremo. Esta joven llevaba una vida nueva, como si ascendiera paso a paso, sin retroceder nunca. 

Frick: Quizás pudo utilizar esas experiencias por sí sola, sin mucha ayuda. 

Maslow: Cierta ayuda. Yo fui el personaje benévolo en ese caso, porque le tenía simpatía y me interesaba mucho; también su padre debe haberla ayudado, porque era un hombre excelente y comprensivo. Pero, en esencia, ella se arregló sola muy bien. 

Frick: Doctor Maslow, nuestros comentarios sobre la teoría de la crisis me llevan a otra pregunta. Usted habló sobre la sociedad perfecta y utilizó el concepto de sinergia. Supongamos que pudiéramos desarrollar una sociedad sana o utópica, compatible con la naturaleza intrínseca del hombre donde hubiera una relación sinérgica entre el sistema social y el individuo, ¿qué ocurriría en una sociedad que sólo ofreciera gratificación? ¿Es posible concebir algo así? 

Maslow: No podemos concebirlo históricamente. Resulta imposible, porque no se trata sólo de una persona. Tendríamos conflictos y, por lo menos, la oportunidad de la gratificación. Habría que tener ciertos controles, tales como las inhibiciones y las postergaciones. Me refiero al control apolíneo y no al control represivo. El enfoque apolíneo no pondría en tela de juicio las gratificaciones, sino sólo su oportunidad y diría: "Con calma, con orden con respecto a esto y sin apresurarnos". En realidad, a la larga aumentaría los placeres de la gratificación. Pero, siempre quedan esos hechos finales del tipo de: "Me enamoro de ti y tú no estás enamorada de mí" o "Tú eres mi padre y mueres, y yo tengo cuatros años", etc. No puedo concebir que las vicisitudes de la vida puedan desaparecer, de modo que siempre existirán. Creo que lo que tendremos que hacer en la teoría de la eupsiquía es aprender a sacarles partido, a usarlas bien y a aprender a suavizar los golpes cuando tienden a volverse traumáticos o peligrosos. ¿Cómo podemos fortalecer a las personas para que puedan tolerar un trauma y sacarle provecho, en lugar de sentirse heridas? He planeado un largo capítulo en este libro sistemático sobre las bellezas y los beneficios de la frustración. Es algo así como el programa "Outward Bound". ¿Lo conoce? Es un programa para enseñar a los jóvenes a enfrentar el peligro y las penurias, por ejemplo, la experiencia de estar solo en el desierto durante cinco días, etc. Creo que es excelente y muy bueno para fortalecer a la persona y hacer que pueda enfrentar las experiencias traumáticas, los conflictos y las ansiedades, y superarlos y sacarles provecho. 

Frick: Doctor Maslow, han surgido muchas modas como parte de la nueva tercera fuerza en la psicología: apercepción sensorial, grupos de ejercitación de la sensibilidad, terapia nudista, etc. Ahora bien, no quiero desvalorizar estos movimientos, pero algunos de los experimentos y las actividades parecen periféricos en ciertos sentidos, y me pregunto cuál es su opinión al respecto. ¿Son de verdadera importancia en todo este movimiento? 

Maslow: Puesto que he tenido algo que ver con todos ellos, algo así como ponerlos en marcha. . . estoy a favor. . . lo considero una parte del proceso científico. Y lo llamo ciencia de primera etapa. Algunas personas le dicen apertura, estar dispuesto a probarlo todo, pero sin compromisos a priori... Es decir, uno lo prueba tal como se prueba un par de zapatos y luego otro para ver qué tal resulta, y si quedan bien, y si nos gustan o no. Por ejemplo, sugerí la terapia nudista en mi diario, que fue publicado, era una pequeña sugerencia, y luego alguien lo leyó y la inició. 

Frick: Paul Bindrim. 

Maslow: Sí. Creo que yo no lo habría hecho. Pienso que la cultura no estaba aún lista para ello. Pero, en principio, simplemente porque tuve algo que ver, diría: "No tengo la menor idea acerca de qué puede resultar. Es una idea, un experimento, una apuesta". Sin duda, lo que hay que hacer es probarlo, evaluarlo y, si resulta, arrancar desde allí. Si no resulta, queda eliminado, De modo que no estoy comprometido con su eficacia o su ineficacia, y he sugerido muchas cosas a pesar de haberme sentido escéptico al respecto. Creo que diría que no resultará, pero creo que, de todas maneras, hay que probarlo. Creo que, en este nivel de exploración científica, deberíamos estar dispuestos a intentar toda clase de experimentos extravagantes y a no prejuzgar las consecuencias. Deberíamos emitir los juicios a posteriori. 

Frick: Así es, darle una oportunidad y luego evaluarlo. 

Maslow: En cuanto a las modas, cualquier cosa puede ponerse de moda y, sin duda, yo mismo estoy preparado para eso. Me refiero a la historia de las religiones; anoche estuve leyendo algo sobre budismo, y piense en un hombre extraordinario como Buda y en lo que sucedió con su enseñanza. Eso se aplica a cualquier líder religioso y creo que a cualquier líder intelectual: todo se corrompe hasta cierto punto, y siempre ha sido así. 

Frick: Una última pregunta. ¿Qué prevé para la psicología norteamericana en los próximos años? ¿Qué supone que sucederá con el conductismo y su futuro? ¿Hacia dónde nos dirigimos con la nueva tercera fuerza en la psicología? ¿Podría hacer algún comentario sobre estos temas conexos? 

Maslow: Estoy convencido de que muchas de nuestras diferencias en cuanto a opiniones y posición filosófica son diferencias caracterológicas y temperamentales y, por lo tanto, pienso que habrá más personas positivas y más personas humanistas. Creo que de aquí a un millón de años habrá personas a quienes les guste más el rigor y otras a quienes les guste menos el rigor, y personas a quienes les gustará la precisión en milímetros y otras que serán más globales, y personas que prefieran las relaciones humanas cálidas y otras que sólo acepten relaciones humanas frías. Pienso que siempre habrá algo de eso, y que tendrá sus efectos, pero creo que para el futuro inmediato podemos incorporarlo. No son contradictorias, salvo como imágenes del hombre. 

Frick: ¿Acaso no es una diferencia bastante básica? 

Maslow: Son diferencias filosóficas más que científicas, y creo que las diferencias filosóficas se volverán más claras en la próxima década. 

Frick. ¿Una agudización de esas diferencias? 

Masloiv: Sí, de modo que. . . creo que los conductistas más brillantes e inteligentes se contentarán con renunciar a las generalizaciones de tipo cósmico y con reconocer que su trabajo con las palomas o con las ratas o con cualquier otro animal no tiene nada de malo, si no se constituye a partir de allí una filosofía cósmica. Creo que vamos a tener una psicología mucho más ecléctica, o lo que solía llamar ecléctica, pero diría ahora que será una filosofía más comprensiva de la psicología. 

Frick: ¿Es eso lo que está tratando de hacer en su libro? 

Maslotv: Eso es lo que haré si vivo suficiente. ¡Una gran tarea! 

Frick: Gracias, doctor Maslow.

Entrevista con el Doctor Abraham Maslow. Primera Parte

Esta entrevista fue realizada por W.J.Frick, el 23 de noviembre de 1968.



Frick: Doctor Maslow, el comienzo de su carrera se remonta a principios de la década de 1930 y al revisar algunos de sus primeros trabajos publicados, se me ocurrió que en cierto momento usted fue un psicólogo muy tradicional, aunque no creo que fuera tan conductista como otros de esa época, pero, de cualquier manera, era un miembro respetado del establishment. Ahora encabeza una tercera fuerza en psicología que, en realidad, ha sido muy exuberante y experimental en sus esfuerzos por superar las deficiencias de la psicología tradicional, y me pregunto en qué momento de su carrera percibió esas deficiencias en la psicología y en qué momento pasó a preocuparse por los intereses más humanistas que tiene ahora. 

Maslow: Bueno, creo que los intereses humanistas formaron parte de la razón, una parte muy importante de la razón, por la que me dediqué a la psicología y me aparté de la filosofía. Mi tendencia era socialista dentro del Socialismo Norteamericano. Norman Thomas fue un gran héroe para mí, y también Upton Sinclair y Eugene Debs, en la universidad. Existe la tradición judía de lo utópico y lo épico y yo aspiraba con gran decisión al progreso de la humanidad. Llegué a impacientarme con la filosofía, con toda esa charla que no llevaba a nada, y quería una filosofía empírica en el sentido del siglo XIX, esto es, trabajar de manera empírica en los problemas filosóficos. Había hecho un intento antes en Cornell, con Titchener, y luego simplemente huí. 

Frick: ¿Confiaba en encontrar lo que buscaba en la psicología de esa época? 

Muslow. Ahí fue cuando comencé a estudiarla, porque no sabía nada de psicología. Llegué a ella siguiendo una especie de ideal que aún no existía. Pero me fascinaba todo lo que sí existia y, además, el conductismo parecía distinto de como lo vemos hoy. Sin duda, el gran momento en que regresé a la psicología fue cuando leí la obra de Watson y tuve una gran iluminación, una gran visión acerca del futuro. Era algo programático y parecía muy claro. 

Frick: ¿El conductismo realmente le atraía en esa época? 

Maslow: Oh, sí; me llevó a la psicología o me devolvíó a ella, porque parecía que todo lo que se necesitaba era trabajar arduamente. El futuro parecía muy claro. Había un programa, y sólo se trataba de condicionar todo, etc. Pero, siendo estudiante, tropecé con Freud y Adler en Wisconsin. El primer trabajo que hice fue sobre psicoanálisis. . . pero era un muchacho muy tímido, muy asustadizo, muy aislado, y el primer trabajo que hice fue para la Academia de Artes y Ciencias de Wisconsin. Creo que era un trabajo que aún hoy valdría la pena hacer. Se llamaba "¿Psychoanalysis and Mental Hygiene as Status Quo Social Philosophy?". Debía presentarlo, pero cuando llegó el día tuve tanto miedo, me sentí tan amedrentado, que huí. No me presenté a la reunión y no entregué mi trabajo, pero ése fue el primer trabajo. . . si lo hubiera entregado, habría sido el primer trabajo que publicaba. Así, tuve una actitud abierta respecto de la psicología desde el comienzo mismo, y la utilicé en términos de un ideal que aún no existía. Algunas personas se atemorizan y se alejan de la psicología debido a sus inadecuaciones, esto es, la discrepancia entre lo que existe y el ideal. 

Frick: Hoy le pasa eso a muchos entudiantes. . . 

Maslow: Sí, pero creo que eso no ocurre a los mejores. Creo que yo era buen estudiante, pero sentía que si la psicología no respondía al ideal, entonces, maldito sea, debía hacerlo. Y. así, me dediqué a ella teniendo muy claras en mi mente cuestiones que ahora llamamos humanistas. De paso, el conductismo parecía entonces un programa para el humanismo, y sólo cuando comprobamos que no funcionaba me sentí desencantado. Pero nunca fui un devoto, un discípulo, el gran seguidor de una doctrina. . . mi trabajo estaba basado en realidad en mi estudio de Adler y Freud, y era un esfuerzo decidir quién estaba en lo cierto. Por otro lado, diría que me siento muy abierto acerca de. . . no soy contrario al conductismo, excepto como filosofía, y no me siento sectario al respecto. La psicología humanista que estoy desarrollando, y que confío en sistematizar, incluye, mejor dicho, es una estructura metodológica, teórica y filosófica más amplia que abarca toda la psicología positivista. No la rechaza. 

Frick: La incorpora y hace quizás un mejor uso de ella, desde un punto de vista teórico. 

Maslow: Así es. 

Frick: Me propongo considerar esta integración teórica dentro de unos minutos. Doctor Maslow, algo que me interesa se vincula con la pregunta que me propongo hacerle. Dijo que era un joven muy tímido, quizás muy obsecuente, al comienzo de sus estudios de postrado. ¿Tiene esto algo que ver con su interés posterior y más reciente por la autorrealización? Sin duda, como sucede con todos los que conozco, sus teorías son en buena medida una parte de usted como persona, y por eso me pregunto si esto representa una tendencia personal. 

Maslow: Se puede responder en muchos niveles. Al analizarse, uno descubre toda clase de cosas. Supongo que en el nivel más superficial, en el nivel más obvio y consciente, esta idea de la autorrealización se originó en el simple hecho de admirar y amar a dos personas en particular y, más tarde, a otras. Una de ellas fue Ruth Benedict y la otra, Max Wertheimer, maestros a los que sencillamente amé en una forma que los estudiantes de hoy no conocen. Pero eran desconcertantes; no encajaban; era como si vinieran de otro planeta. Todo lo que yo sabía no servía para explicarlo. Eran misterios para mí. También eran muy amables y protectores conmigo, respondían a mis preguntas y me dejaban permanecer cerca de ellos. Yo era tan sólo el tipo normal —normal para mí, de cualquier manera— de intelectual que hurgaba hasta que comprendía. Y había escrito toda clase de comentarios sobre ellos, a la manera de un diario personal y seguía tratando de explicármelos. Era una empresa totalmente personal. Ni siquiera se me ocurría pensar que podría tratarse de una exploración e investigación. Sería como llevar un diario personal y le hablaba a mis alumnos sobre estas ideas, puesto que ellos eran siempre los depositarios de todo lo que me interesaba en aquella época. Y cierto día, por fin, esas dos imágenes se transformaron en una sola, y me encontré con un compuesto en lugar de sólo individuos. Desde luego, me sentí muy excitado y seguí trabajando empecinadamente en secreto. No encajaba en el Zeitgeist en modo alguno, y para lo único que me sirvió fue para hablarles a mis alumnos y conversar con mis amigos. Y se hizo público sólo debido a la intervención de Werner Wolff, quien por esa época se destacaba en el campo de la psicología profunda. Acababa de fundar una nueva publicación y me pidió ese material, que fue publicado unos siete años después de su redacción. 

Frick: Entonces él publicó uno de sus primeros trabajos sobre sus experimentos con la autorrealización o la personalidad sana, ¿no es así? 

Maslow: Esa fue la primera publicación, y creo que me habría sentido demasiado tímido para hacerlo si él no me hubiera pedido que se lo diera, porque era muy "poco científico". Esta revista se llamaba... no era como la Psychological Revieiv o el Journal of Experimental Psychology. Se llamaba Pergonality Studies, o algo parecido, y eso me dio valor para hacerlo, para escribirlo, para publicarlo y ponerlo al alcance de todos. 

Frick: Eso no fue hace muchos años, en realidad, ¿no es así? 

Maslow: No, eso se publicó. . . debe haber sido alrededor de 1942, aproximadamente, pero había estado en mi escritorio desde 1936 o 1937. 

Frick: ¿Todavía tímido? 

Maslow: Oh, sí. Bueno, parte de esa timidez sigue apareciendo cada tanto. 

Frick: ¡No puedo creerlo! 


Maslow: Bueno, en mis sueños y en mis fantasías, el niño pequeño sigue presente. 

Frick: Doctor Maslow, he seguido su trabajo durante muchos años; creo que sus escritos han tenido mucho que ver con mis propios esfuerzos y mi propia posición, por lo cual me resulta difícil hacer una evaluación realmente crítica y objetiva, como podrían hacerlo muchos que están menos comprometidos con su trabajo y su pensamiento, pero quisiera desempeñar el papel de abogado del diablo con algunas de mis preguntas durante unos minutos. Creo que en los últimos meses he profundizado en su labor y me he sentido algo perturbado por la enorme importancia que atribuye a una base "instintoide" (instinctoid) para la conducta y el desarrollo del hombre. Es como si usted introdujera un determinismo biológico, y creo que eso se observa cuando utiliza aquella analogía: el hombre realiza sus potenciales de manera muy similar a como una bellota se convierte en un roble. Usted usa esta analogía, u otras similares, con gran frecuencia. Me parece ver aquí, y creo que eso es lo que realmente me perturba, una verdadera programación. Sin duda, el modelo de la bellota que se transforma en un roble sugiere un tipo indeleble de programación y eso me preocupa, y quisiera que me respondiera y pasar luego a algunos problemas afines que deseo considerar. Quizás le preocupe a usted también. No lo sé. 

Maslow: Preocupar no es exactamente la palabra, sino más bien fascinar. Sí, me encanta trabajar y pensar sobre eso, y trato de resolverlo. Creo que esa analogía no fue una buena elección, porque está programado. 

Frick: ¿Llevaba en realidad a esa connotación? 

Maslow: Así es. Lleva a la noción de algo que crece enteramente por sí solo sin ningún esfuerzo, y resulta muy claro que hay que añadir algo a potencialidades que, estoy convencido, son de tipo instintivo, o genético, o de base biológica, muy, muy débiles, muy delicadas, muy sutiles, no como un animal o una planta. Tenemos un sentido interior de una fuerza irresistible, y prácticamente nada puede impedir que un gato se convierta en un gato, pero actuar sobre esa naturaleza es lo que constituye la insistencia existencial en que el hombre se hace a sí mismo. Diría que las potencialidades de la naturaleza humana tienen una raíz biológica y son instintoides, pero que es en la cultura y en la propia vida, y con voluntad y con autor responsabilidad que el hombre se hace a sí mismo. Es decir, si no se hace nada con las potencialidades, uno es un vegetal, de modo que el trabajo esforzado es el camino para llegar a ser un buen médico, o un científico o cualquier otra cosa; trabajo esforzado, decisión, compromiso, y la incorporación del ideal del yo en el sí mismo. Creo que la manera más sencilla de decirlo es con los términos existencialistas: "El hombre es su propio proyecto". Pero lo exageran, porque se vuelven antibiológicos. 

Frick: Así es, pero creo que, en cierto sentido, hay una verdadera contradicción en su posición. No la he resuelto aún, pero estoy tratando de lograrlo. Usted dice que debemos descubrir esa naturaleza. Está allí, pero debemos descubrirla. Llegan los existencialistas y dicen: "No, en realidad no tenemos que descubrirla, debemos crearla". Ahora bien, creo que, en su posición, en cierto sentido resta importancia a la elección. 

Maslow: No es mi intención. 

Frick: ¿No lo es? 

Maslow: No. Por eso que dije que estaba mal expresado. No hay ninguna palabra que abarque conjuntamente las ideas de descubrir y de crear. Es una especie de difícil descubrimiento o bien, si pienso, por ejemplo, en mi trabajo como psicoterapeuta, la dificultad con la que uno descubre la propia naturaleza humana, o los propios talentos o las tendencias o los gustos o la propensión constitucional-temperamental; entonces debemos inventar palabras adecuadas, porque ésa es la operación. Esa es la operación básica a partir de la cual yo comenzaría todo este asunto de revelar, descubrir, crear, mediante el trabajo esforzado y mediante la propia determinación de uno mismo pero, por supuesto, con acento en lo receptivo. Es decir, la creación no es arbitraria. No puedo transformarme en una mujer, salvo de una manera muy ineficaz e insatisfactoria. Allí, en cierto sentido, la verdadera tarea consiste en descubrir qué es uno, y esa frase esta bien con todas estas otras modificaciones, como descubrir las propias tendencias, las propias propensiones, las propias intenciones y luego hacer que todo eso se concrete. Si descubro que soy un. . . bueno, como me ocurrió. . . surgió poco a poco durante mis estudios universitarios y. . . bueno, todavía continúa. . . este asunto de averiguar qué es lo que realmente quiero, lo cual significa qué soy en realidad y, en mi caso, a lo largo de los años, desarrollando poco a poco, más y más coraje. . . Todavía no soy del todo valiente, porque cuando trabajo hay cosas que quedan todavía a salvo en la intimidad de mi diario. 

Frick: ¿Cosas que aún no ha realizado? 

Maslow: No, son tan remotas, tan. . . todavía tengo pesadillas antes de publicarlo. 

Frick: ¿Incluso con su reputación, sigue teniendo ese tipo de inhibición? 

Maslow: Bueno, la reputación está basada en otra cosa, y esto nuevo sobre lo que quiero hablar, sin duda ofenderá a las personas que... se podría decir que perjudicará mi reputación. 

Frick: Sí, pero aquí usted parte de una posición de fuerza. 


Maslow: Siento más confianza, mucho más de la que solía sentir cuando caía en mis postraciones. La primera charla que di sobre la experiencia pico y este asunto de la cognición B, bueno, allí estaba sentado mi antiguo profesor en la primera fila, y yo no había podido dormir durante varias noches antes de esa charla y tuve que descansar, antes y después, debido al agotamiento, y tuve sueños en los que me expulsaban de mi familia. Recuerdo un sueño que tuve por esa época. Era una especie de sueño recurrente que me venía cada vez que debía hablar en público acerca de algo en lo que había estado trabajando en privado. Era un sueño típico, y resume todo este problema de la valentía y el temor de estar en la calle y que alguien grite de pronto: "¡Cuidado, hay tigres y leones sueltos!", y entonces me sentía aterrorizado y corría hacia la puerta detrás de la cual estaba mi familia, no sólo los parientes más cercanos, sino algo así como todo el clan, y golpeaba la puerta mientras gritaba: "¡Déjenme entrar, déjenme entrar!" Y la puerta está cerrada, y no me dejan entrar, y era sin duda la Asociación Psicológica Norteamericana. Siempre me imaginaba que en cualquier momento iban a expulsarme, y creo que éste es un temor universal. Si uno dice algo que contradice a las personas que uno ha admirado y de quienes ha aprendido, algo que contradice a nuestros maestros, es algo así como una cosa cósmica, eterna. 

Frick: . . .Así es, y cuya admiración hacia usted depende de ciertas posiciones conocidas. . . 

Masloiv: . . . Y cada vez uno renuncia a la admiración y, de hecho, renuncia a la reputación. 

Frich: Así es, o por lo menos se corre ese riesgo. 

Maslow: Bueno, de manera inconsciente, yo lo hice cada vez. 

Frick: No me cabe duda. Quizá deberíamos retomar el problema de la elección, que es realmente muy complicado. Presenta dos aspectos: elegir, reconocer y asumir la propia unicidad en cierto sentido, y también elegir la realización de esos potenciales instintoides. 

Maslow: Es la misma cosa. 

Frick: Sí, pero una es de índole racial, ya que usted habla de potenciales inherentes a la especie. La otra es más personal y única, en cierto sentido, pero no se excluyen mutuamente. 

Maslow: Bueno, ésa es una de las cosas que estoy tratando de hacer, trabajar con sumo cuidado para elegir las palabras, de modo que sean las adecuadas. La palabra que utilizaría no sería unicidad. Más bien emplearía "idiosincrásico", para referirme a lo individual. Es decir, la manera en que somos distintos de las demás personas también se descubre en esta misma búsqueda personal de identidad. 

Frick: ¿En la base instintoide? 

Maslow: Así es, pero aquello que no es único para mí, sino que todos compartimos lo descubro mediante el mismo proceso; esto es, en profundidad, digamos, en psicoanálisis, he de descubrir como gran descubrimiento, la necesidad de amor, que comparto con todos, y el proceso mismo, esto es, el descubrimiento de que es común a la especie y de lo que es único en mí, es posterior al hecho de descubrir y revelar. 

Frick: De acuerdo. 

Maslow: Al menos, así lo diría para salvar la unicidad y las cualidades idiosincrásicas y sus diferencias con respecto a lo que pertenece a la especie y, sin embargo, también para salvar este proceso de similitud mediante el cual nos descubrimos. Subjetivamente, mi necesidad de seguridad, o mi tendencia a expresar mi tipo de inteligencia ectomórfica y no mesomórfica se descubren en. . . por ejemplo, en mi masculinidad, que no es inherente a la especie, y aun más entonces, por ejemplo, mi nivel particular de inteligencia y mis anhelos particulares, por ejemplo de un mundo bueno, etc., se descubren de la misma manera. Primero toda la especie, después la mitad de ella, luego grandes grupos y, por último, lo idiosincrásico. 

Frick: ¿No cree usted, entonces, que está volviendo a una suerte de psicología de los instintos tal como la conocimos? 

Maslow: No, no. Rechazo la teoría de MacDougall tanto como la teoría de los instintos que propugna el etólogo, ya que aquí no pueden aplicarse. Es en esencia teoría conductista, y no hablo sobre la conducta. Las conductas que están genéticamente determinadas son muy triviales, no triviales, sino reflejas, y por eso no tienen mucha importancia para el psicólogo. Antes bien, me refiero a los impulsos, mejor aún, a las necesidades en el sentido estricto. Necesidades que tienen que ver con la salud física y la plena humanización. 

Frick: De acuerdo. Doctor Maslow, creo que a usted se lo ha criticado. . . 

Maslow: . . .Me podrían criticar por usar la palabra "instintoide", porque ha dado lugar a malentendidos, pero no se me ocurrió ninguna otra. Y también ésa es inadecuada. Complica mucho las cosas, y me irrita mucho ese punto de vista que acentúa en exceso lo sociológico y lo ambiental en la psicología, y también que se formulen principios que se aplican a cualquier especie y que no son específicos de la especie humana. De modo que esa palabra es. . . por un lado, me disculparía por ella, por que resultó más equívoca de lo que supuse. Por otro lado, algo por el estilo era necesario, porque demasiado a menudo se falsea el problema. Y también se enreda con la política. Erich Fromm, por ejemplo, en realidad no hace más que eludir el problema, aunque lo dice de muchas maneras indirectas. 

Frick: El adopta una posición similar ¿no es así? 

Maslow: Pero sin decirlo. Creo que es una posición similar. Creo que Cari Rogers adopta un criterio similar, pero, en cierta ocasión, cuando discutíamos (en la Universidad de Florida, creo, señalé este problema como la única diferencia de opinión, y entonces Carl dijo: "Bueno, yo no estoy en desacuerdo". Y le respondí: "Entonces, dígalo". Y lo hizo. Y, sin embargo, hay algo no muy respetable en el uso de ciertas palabras. 

Frick: Ha sido contaminado, ¿no es así?, por MacDougall y todos los de la escuela del instinto, y resulta difícil volver a eso, en mi opinión. 

Doctor Maslow, se lo ha criticado por atribuir demasiada importancia a la meta que consiste en volverse plenamente humano, en convertirse en todo aquello que la persona puede llegar a ser. Ahora bien, algunos han señalado que usted es indiscriminado en este aspecto, que lo considera de una manera global y no realista. Lo que quiero saber es: ¿acaso la persona no tiene que hacer elecciones y seleccionar entre una inmensa reserva de potenciales, y acaso no tiene que haber alguna prioridad en términos de lo que una persona se propone realizar en sí misma? Usted no estaría en desacuerdo con esto, ¿no es así? 

Maslow: De ninguna manera. Pero también aquí resulta muy difícil encontrar las palabras adecuadas. Sólo puedo decirlo in extenso y con abundantes ejemplos. Es imposible dar una formulación clara y simple al respecto. Desde luego, estoy de acuerdo. Confío en escribir un libro sistemático, si vivo lo suficiente, en el que presentaré un sistema acabado de la naturaleza humana. Confío en poder ampliar el último capítulo de mi libro, Toward a Psychology of Being, titulado "Some Basic Propositions of a Growth and Self-Actualizing Psychology", y desarrollar una amplia filosofía de la psicología, y también confío en ampliar este material hasta diecisiete volúmenes, más o menos. 

Frick: ¡Me parece magnífico! 

Maslow: Bueno, algo así como hacer lo del viejo profesor alemán, un manual del siglo XIX en siete volúmenes. 

Frick: ¿Siente usted alguna timidez al respecto? 

Maslow: No. 

Frick: . . .¿cuando piensa en eso? 

Maslow: No, eso me da placer. En realidad, esa es. . . es algo que elimina la timidez, porque sería sistemático. No es como tratar de decir en pocas palabras algo que no se puede expresar con pocas palabras. Eso me proporcionará la amplitud que quiero, y así podré considerar todas las preguntas que usted me ha planteado. 

Frick: Entonces, ¿usted puede resolver todas estas discrepancias? 

Maslow: Verdadera y absolutamente, con miles de notas al pie y los datos. Lo estoy expresando en una forma —que llamo forma que desafía a la muerte— que crecerá biológicamente, algo así como por intususcepción, que es la manera en que nosotros crecemos y no como lo hace una pila de piedras. Crecerá desde adentro, como nosotros, manteniendo las mismas proporciones. Tengo unas doscientas proposiciones, y puedo hacer una breve formulación de ellas en una página, o en dos o en tres. Entonces agregaría para cada una de ellas un apéndice, incluyendo los datos corroborativos y también referencias a los datos que aún no poseemos, a todos los experimentos que me encantaría hacer si viviéramos doscientos años. 

Frick: Sin embargo, sin duda promovería nuevas investigaciones, ¿no es verdad? 

Maslow: Eso es lo que quiero hacer, eso es lo que me gustaría hacer. Probablemente concluiré mi vida en ello, porque se puede publicar el día después de mi muerte. Tiene una forma tal que siempre está completa y, sin embargo, puede crecer. 

Frick: De acuerdo. 

Maslow: Y si vivo hasta los ochenta años entonces será realmente un libro enorme. 

Frick: Doctor Maslow, con su preocupación por desarrollar el potencial humano, ¿usted diría, entonces, que una persona muy limitada que se dedica por entero a armar trenes de juguete, por ejemplo, diría que eso es "lo suyo"? Porque así es como se expresa y se encuentra a sí misma. Si fuera tan limitada, es decir, si ése fuera su interés absorbente, ¿se diría que esa persona se está autorrealizando? 

Maslow: Tomemos un ejemplo mejor, porque es probable que esa actividad sea neurótica, es decir, que si uno estudiara más a esa persona vería que su actividad constituye una huida o una defensa contra algo. Esa es en cierto sentido mi expectativa —podría ser errónea— esa podría ser una plena realización para, por ejemplo, una persona no inteligente. Quizás sería el máximo que puede lograr. 

Frick: ¿Entonces sería congruente con sus otros potenciales? 

Maslow: Bueno, creo que. . . por ejemplo, compruebo que yo me vuelvo cada vez más limitado, más y más limitado con la edad y tan absorto en mi trabajo que he renunciado al teatro, a la poesía, a hacer nuevas amistades. 

Frick: . . .¿Dice que ha renunciado a todo eso? 

Maslow: Así es. Amo tanto mi trabajo y éste me absorbe en tal medida, que todo lo demás parece cada vez más pequeño. 

Frick: ¿Es bueno eso? ¿Eso es autorrealizarse? 

Maslow: Bueno, no sé qué es, pero lo hago. No lo sé. Simplemente no lo sabemos. 

Frick: Es difícil juzgar, ¿no es así? Eso es lo que estamos diciendo y es la clase de cosas que estaba preguntándole. 

Maslow: Me encuentro con esa afirmación en Darwin. Darwin, refiriéndose a algo por el estilo, dijo que terminó por convertirse en un hombre seco, limitado, simplemente absorto en su trabajo y sin ningún otro interés en el mundo. Si comparara esto con la lectura de novelas, con viajar, con asistir a reuniones y hacer miles de cosas, todas las cuales me producen placer —ya casi ni escucho mis discos, salvo como música de fondo—. Me he limitado cada vez más a mi propio trabajo, y cada vez estoy más convencido de que eso es lo importante. 

Frick: Usted hace elecciones, ¿no es verdad? Eso es autorrealizarse, aunque también implique ciertos sacrificios. 

Maslow: Así es. Si eso es bueno o malo, no lo sé. Sospecho que para la sociedad es bueno. 
Frick: Para usted como persona puede ser limitante. 

Maslow: Así es. Me entristece. . . 

Frick: . . .¿lo que pierde en otros sentidos? 

Maslow: Sí. Yo. . . todos los placeres que yo. . . Este semestre, por ejemplo, renuncié a mis caminatas por el bosque, y a observar la vida de las aves, que me encantan. Llevaban demasiado tiempo. Y bien, ¿a qué le robaba tiempo? Me encantaba y, sin embargo, lo sacrifiqué, renuncié a eso, en nombre de mi misión, de mi vocación o algo por el estilo. 

Frick: Ahora quisiera preguntarle algo, doctor Maslow. Tengo la impresión de que. . . Rollo May lo ha señalado, y creo que también usted, aunque no estoy seguro de poder localizarlo en este momento, pero me refiero a la necesidad que existe en la labor creativa de contar con esos momentos de autorrenovación, de contar con momentos pasivos —las caminatas y todo lo demás— y me pregunto qué significa su sacrificio en términos de renunciar a muchos momentos de serenidad, paz y calma, y todos esos otros intereses. ¿Acaso eso no ejercería sobre su trabajo un efecto muy estimulante? 

Maslow: Así es, y en realidad camino mucho; de cualquier manera, debo hacerlo por razones de salud. Y, sin embargo, me siento mejor con respecto a esos paseos; no son sólo una pérdida de tiempo, porque puedo meditar sobre la labor que realizo y sobre otras cosas en las que pienso. Pero es un poco... es muy difícil de describir, porque pocas personas tienen ese sentido de una misión. Sé que eso sucede con Rollo May; también él es un salvador del mundo. Lo que yo diría respecto de mí mismo, y se lo he dicho a otra gente para tratar de explicárselo, y a mi esposa, por ejemplo, cuando no voy al teatro con ella y trato de justificarme. Suponga que usted descubriera una manera de curar el cáncer, ¿qué haría? ¿Podría ir entonces al teatro y quedarse ahí sentado mirando la obra? 

Frick: Cuando falta tanto por hacer. 

Maslow: Sí, cuando hay mucho por hacer y es necesario ayudar a la humanidad. Eso es lo que siento, aunque en realidad es más importante que el cáncer. ¿Cómo puedo perder el tiempo con estas cosas? y, sin embargo, es una exageración porque, bueno, anoche fui a una reunión. Era la reunión de nuestro Departamento, y me encantan esas reuniones; sin embargo, creo que soy más feliz y me siento más satisfecho, y más auténtico, y que soy realmente lo que estaba destinado a ser cuando me dedico a mi trabajo. 

Frick: La palabra misión es la que corresponde, ¿no es así? Un sentido de misión. 

Maslow: Están las palabras viejas para decirlo. Uno encuentra su vocación. 

Frick: Sidney Jourard lo ha llamado el "proyecto". Hay muchas palabras para decirlo.